En un nuevo día del Señor, te ruego expulses
de mí al impuro. Señor: ¡líbrame de los pecados!,
para poder seguirte y adorarte con todo mi ser.
Encomiendo a su Sma. Madre, Reina de la Paz,
que nos proteja de la violencia y de las guerras, y
derribe del trono a los poderosos que hacen el mal.
Le imploro al Espíritu Santo, venga e infunda en
mí el don de la fortaleza y el fruto de la caridad,
para ser fuerte en la prueba y demostrar amor.
Amén.
AMGD y BVM
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